ERP inteligente: el vaso está medio lleno | NTT DATA

mi., 18 octubre 2023

ERP inteligente: el vaso está medio lleno

Las empresas latinoamericanas tienen la oportunidad de alcanzar un nuevo nivel de eficiencia operativa y de dejar sus negocios listos para enfrentar los desafíos del futuro.

“Todo es según el color del cristal con que se mira”, dice en un poema fechado a fines del siglo XIX y que, no obstante, goza de inapelable actualidad. De hecho, cuando leemos que el 40% de las empresas latinoamericanas ya migró a un ERP inteligente o está en el proceso de hacerlo, según un estudio reciente de NTT DATA, se abren dos lecturas posibles.

La primera, un análisis retrospectivo para entender por qué la región está ligeramente rezagada en relación a lo que ocurre en otros rincones del mundo. La segunda, mucho más esperanzadora, la oportunidad que ese número nos abre de cara al futuro. Los invito a ver el vaso medio lleno.

Un ERP inteligente implica un nuevo nivel de eficiencia operativa y colaboración. Salimos de estructuras monolíticas para viajar a arquitecturas abiertas y flexibles. No hay límites para incorporar nuevas tecnologías. La modernización y la adaptación al cambio se instalan en el ADN de la organización que lo implementa. Las decisiones se vuelven informadas, en tiempo real y basadas en datos precisos.

 

Paso a paso

Pero para que cada vez más empresas de la región alcancen esos beneficios, es necesario pisar con paso firme en cada instancia del proyecto de migración.

En ese sentido, una adopción exitosa comienza con un análisis profundo que incluya los objetivos que se quieren alcanzar, la verificación de que estos representen el propósito de la organización y la definición de métricas y KPIs (siglas en inglés para “indicadores clave de desempeño”) para evaluar a lo largo del proceso que uno no se está desviando del camino.

El segundo paso consiste en seleccionar la solución más adecuada. Aquella que tenga casos de éxito probados en la industria en que se desempeña nuestra organización o en empresas con procesos similares nos brindarán eficiencia, escala, cobertura funcional y facilidad de uso, entre otros beneficios. Contar con un socio tecnológico experimentado, capaz de diseñar un journey específico para cada necesidad, colaborar con la gestión del proyecto y la gestión del cambio y ayudar a resolver los imprevistos que surjan es otro factor de éxito.

 

Con las personas en el centro

Es imprescindible incluir a todas las partes interesadas a lo largo del ciclo de vida del proyecto: explicar de qué se trata, mantener una comunicación transparente respecto de qué impacto generará para cada área y definir usuarios clave. Nunca hay que perder de vista que la implementación de un ERP inteligente no se trata sólo sobre tecnología, sino también sobre procesos y, fundamentalmente, sobre personas. Para llegar a buen puerto, la iniciativa debe poner a la gente en el centro.

También es necesario establecer responsables preparados para liderar este tipo de proyectos: las decisiones que tomen serán de altísimo impacto para la organización. La capacitación y el soporte para los involucrados, en este sentido, constituyen un valor diferencial clave.

La planificación debe ser realista. La frustración de no haber cumplido en tiempo y forma con las expectativas germina cuando se definen resultados extremadamente ambiciosos que no encajan en una planificación razonable ni puedan evaluarse con métricas lógicas. “La implementación debe durar seis meses”, por ejemplo, es una expresión que no significa nada: los tiempos dependen del punto de partida, del destino elegido y de los recursos que se destinarán en el trayecto.

 

Del big bang al gradualismo

Seguramente habrá un debate respecto de cuál es el estilo más apropiado para llevar adelante la migración: big bang o gradual. Si bien ninguno es mejor per se y para decidir por uno u otro hay que considerar la situación de la organización y el contexto en el que se desempeña, la realidad nos marca que los proyectos graduales son siempre recomendables, porque si bien se extienden más en el tiempo, reducen los riesgos de interrupción de las operaciones. Algo fundamental con una solución como el ERP inteligente, que apunta al core business.

Las pruebas, como fase tardía, llegan en una instancia en la que ya se consumió buena parte del tiempo y del presupuesto. Aún así, deben ser exhaustivas para garantizar que el smart ERP saldrá a producción funcionando de acuerdo a la expectativa.

Un último punto: el ERP inteligente impacta en el core del negocio. Por eso, debemos trabajar de manera continua en su evolución, para asegurar que siga cumpliendo siempre con sus objetivos y acompañando el viaje de las organizaciones latinoamericanas hacia el futuro.