El mundo del trabajo ha experimentado una transformación sin precedentes que ha afectado a las habilidades requeridas para muchas posiciones. Los profesionales han tenido que repensar no solo cómo y dónde trabajar, sino también por qué lo hacen, lo que denominamos “propósito”.
En simultáneo, el mercado laboral está demandando talento con destrezas nuevas y habilidades adaptativas, que son transversales a diversos roles y puestos de trabajo, y, que no solo se relacionan con aspectos técnicos, sino también con la capacidad de liderazgo, de gestionar y relacionarse dentro de la empresa, en su ecosistema y hacia afuera.
El área de Capital Humano se enfrenta a un nuevo reto, ya que las estrategias formativas y de desarrollo de las empresas todavía se centran en las habilidades técnicas y no en formar las adaptativas, que hoy son clave en el nuevo contexto de trabajo híbrido y de transformación digital.
Actualmente existen habilidades fundamentales para afrontar los escenarios caracterizados por el cambio y la incertidumbre. De acuerdo con un estudio conducido por NTT DATA, se identificaron las siguientes:
- Flexibilidad de adaptación e innovación ágil (81%).
- Pensamiento analítico y crítico (71%).
- Dominio tecnológico centrado en cultura del dato y la ciberseguridad (70%).
- Aprendizaje continuo (52%).
- Optimismo y resiliencia (47%).
- Capacidades comunicacionales y de storytelling (44%)
- Empatía, comprensión del contexto y de las emociones (39%)
- Conciencia del bienestar, salud mental y equilibrio vida laboral-personal (44%).
- Inspirar y liderar desde la innovación, el propósito y desde un enfoque de diversidad (60%).
Habilidades transversales y enfoque integral
Las habilidades adaptativas adquirieron gran relevancia en el nuevo contexto del trabajo híbrido y conectado con lo digital. En este sentido, el dominio tecnológico y digital se han vuelto habilidades transversales clave, parte fundamental del ADN que deben integrar las compañías. Los colaboradores necesitan incorporar habilidades digitales y aprender a manejar diferentes tecnologías que apoyan los nuevos modelos de trabajo. Existen tecnologías emergentes que están cumpliendo un rol como habilitadoras de estos cambios como la inteligencia artificial y las soluciones basadas en el metaverso.
En el mundo de los negocios actual se buscan personas más integrales que, además de ser muy buenas en sus especialidades, tengan la capacidad de entender otros contextos y visiones, así como diseñar experiencias significativas que tengan a los clientes (interno y externo) al centro. La gestión del talento implica ayudarlos a transitar por los cambios que se están viviendo y que, además, puedan innovar, identificar y resolver los problemas con mayor agilidad, con un descernimiento de la data existente y un sentido de propósito.
Principales retos de las organizaciones
En América Latina, la guerra por el talento es uno de los principales desafíos que enfrentan las empresas en la actualidad. La escasez de profesionales calificados y la alta demanda de perfiles específicos con ciertas habilidades, así como la falta de inversión en el desarrollo de los colaboradores, ha llevado a una competencia feroz por el talento en un mercado altamente competitivo. Para atraer y retener al mejor talento las empresas deben centrarse en construir marcas empleadoras sólidas, invertir en programas de capacitación y desarrollo, y ofrecer paquetes de compensación competitivos.
La movilidad y la alta rotación es uno de los retos de la gestión de talento en la región, y que dificulta la retención de talento a largo plazo. Para abordarlo, las empresas pueden ofrecer planes de carrera claros, oportunidades de aprendizaje, programas de mentoring y coaching para fomentar el crecimiento y satisfacción de los empleados. La implementación de programas de beneficios atractivos y la promoción de una cultura laboral positiva también son elementos clave para reducir la rotación.
La rápida evolución tecnológica es otro reto para las organizaciones, pues necesitan mantenerse actualizadas con las últimas tendencias en tecnologías emergentes para mantenerse competitivas, pero al mismo tiempo deben definir cuales son las que hace sentido impulsar dentro de su organización para una operación eficiente. Por ello, es importante invertir en iniciativas de transformación digital, contratar profesionales capacitados y ofrecer oportunidades de capacitación desarrollo a los colaboradores actuales.
Otro desafío importante es la adaptación a las expectativas de las nuevas generaciones quienes valorar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal el crecimiento profesional y la responsabilidad social sobre los beneficios tradicionales. Las empresas deberán adoptar su cultura y políticas para adaptarse con estas expectativas, priorizando modelos de negocio flexibles, oportunidades de crecimiento y promoviendo iniciativas sustentables.
Profesionales del futuro
Las organizaciones deben centrarse en el desarrollo de habilidades adaptativas y transversales con un énfasis en la adopción de tecnologías emergentes e impulso a las capacidades digitales, así como crear culturas inclusivas y colaborativas para mantenerse competitivas tanto en el negocio, como en el mercado laboral actual
Los profesionales del futuro no buscan trabajar más, sino con más inteligencia y con un propósito claro, orientado a crear mayor impacto y utilizando la tecnología como aliada. Estas preferencias de los colaboradores condicionan sus elecciones, así como también su intención de permanecer en una empresa.
Los líderes de las compañías y el área de Capital Humano deben actuar como propulsores de estas tecnologías y aprovecharlas más en sus estrategias de reskilling y upskilling, para que las personas se sientan con mayor confianza al acompañar las transformaciones y cambios en el negocio.
En este nuevo contexto se configura el doble desafío al que se enfrentan los líderes y las áreas de Capital Humano en la actualidad: lograr que los talentos cuenten con las habilidades que requiere el mercado para aprovechar el poder que ofrecen las herramientas digitales y mantener elevadas las tasas de satisfacción laboral.