Radiografía de la IA en Latinoamérica: de las pruebas iniciales a maximizar el valor para el negocio | NTT DATA

ma., 16 enero 2024

Radiografía de la IA en Latinoamérica: de las pruebas iniciales a maximizar el valor para el negocio

El 80% de las grandes empresas de la región ya utilizan esta tecnología. Sin embargo, el margen para aprovecharla como base para llevar los negocios hacia el futuro es aún muy amplio.

La inteligencia artificial (IA) parece no encontrar límites: su evolución continua nos hace pensar que siempre aparecerán casos de usos disruptivos para reimaginar el futuro del negocio, ganar ventajas competitivas, descubrir cuál es el producto exacto que necesita cada uno de los clientes o tomar decisiones informadas en tiempo real.

Las empresas de Latinoamérica no están exentas de este fenómeno: un estudio reciente elaborado por NTT DATA y MIT TR en Español detectó que el 80% de las empresas de la región ya utiliza esta tecnología. Y si bien todavía estamos por detrás de Estados Unidos o China en términos de madurez, se evoluciona a un ritmo más rápido que el promedio.

¿Las claves para acelerar el paso? Perder el miedo al error, tener ganas de hacer, experimentar y aprender y, fundamentalmente, tomar la decisión de invertir en IA. La inversión debe concentrarse en dos aspectos. El primero, la búsqueda, el desarrollo y la implementación de los casos de uso apropiados para impulsar el negocio, según cuál sea la estrategia, el propósito y las prioridades de cada compañía. La mirada debe concentrarse en el largo plazo, con un plan de acción detallado que ofrezca una perspectiva de nivel organizacional.

 

Madurez y escala organizacional

En ese sentido, los datos del informe son optimistas y nos dan margen para esperanzarnos. El mayor interés por MLOps (acrónimo en inglés por integración entre las áreas de machine learning y operaciones), un framework de trabajo que acelera la puesta en producción de las iniciativas de IA y que incrementa la eficiencia a lo largo de todo el proceso de desarrollo, es uno de los grandes hallazgos que nos deja este estudio: las empresas de la región ya no están “probando” la IA, sino que pasaron a la etapa en que buscan industrializar su uso a nivel organizacional.

Esperamos que en el próximo estudio ocurra lo mismo con lo que sería otra enorme señal de madurez: los indicadores de negocios para medir los beneficios de una implementación de IA, algo que al día de hoy aún el 50% de las organizaciones de la región no realiza. Sin embargo, se trata de una pieza crucial: para que haya nuevos proyectos de IA, las organizaciones deben ser capaces de entender cuáles fueron los beneficios de las inversiones previas.

Otra cuestión que apareció con mucho más destaque en esta edición del estudio es la preocupación por el uso ético y responsable de la IA. Probablemente, esto haya ocurrido por dos motivaciones principales: el empuje realizado por los mismos clientes finales de las compañías, preocupados por la privacidad y el uso que se da a sus datos, y la emergencia de regulaciones cada vez más precisas y difundidas.

 

La punta del iceberg

Por el momento, en la región estamos viendo dos casos de uso destacados: la analítica avanzada de datos para obtener insights valiosos a partir de los datos existentes y generar escenarios predictivos o prescriptivos para la toma de decisiones y la IA conversacional con asistentes capaces de conversar en lenguaje humano. Queda mucho por explorar. Por citar solo un ejemplo: la robótica.

Esta es apenas la punta del iceberg. A medida que las empresas ganen en madurez, seguramente podrán explotar mucho más los beneficios de esta tecnología para su negocio. En este recorrido, es clave el acompañamiento de un socio experimentado que pueda apoyar a la empresa tanto a pensar el futuro desde el punto de vista estratégico -cómo se prepara la organización para adoptar y obtener valor de IA, cómo se designan las funciones, cómo se definen, priorizan e implementan los casos de uso- como a crear e implementar concretamente las soluciones.

El segundo plano es el de la capacitación y el entrenamiento de las personas para ampliar la disponibilidad de talento especializado.

Vinculado al mundo del talento, el estudio echa por tierra con una de las grandes preocupaciones alrededor de la IA: hasta el momento, el impacto en la pérdida de empleos ha sido prácticamente nulo y ya se perciben las estrategias para que las personas cuyas funciones fueron automatizadas capitalicen su tiempo para trabajar en temas de mayor valor agregado o replanteen sus posiciones dentro de la compañía. En el mediano plazo, el desafío está en ser capaces de desarrollar nuevas capacidades y nuevos puestos de trabajo en la medida en que la IA automatice las funciones tradicionales. La capacidad de adaptación que históricamente ha mostrado el ser humano nos da la pauta de que es posible lograr este objetivo.

 

Una tendencia irrefrenable

Para las empresas latinoamericanas, la IA es un factor crítico de éxito para liderar en el futuro del mercado. No se trata de usarla, sino de qué se hace con ella para obtener el máximo valor para el negocio.

Se trata de una tendencia irrefrenable. Más aún: tiende a acelerarse y profundizarse. Habrá cada vez más IA en nuestras vidas para que seamos más productivos y eficientes y, como sociedad, tendremos la misión de transformarnos para aprender a vivir con esta tecnología como nuestro copiloto. Este experimento se verá en todo su esplendor en el ambiente empresarial: prácticamente no habrá procesos que no estarán siendo optimizados por alguna forma de IA. El futuro será, indudablemente, más inteligente.